EL SANTOS, LA PELICULA 30 DE NOVIEMBRE

Estaba el Santos rascándose los “esos” cuando recibió una llamada que lo sacó del marasmo: le ofrecían protagonizar una película a todo color y calor: El Santos vs. la Tetona Mendoza.

El personaje creado por los moneros Jis y Trino se puso a hacer ejercicio, pero por más galleta que le echó quedó igual de gordo. De cualquier forma, el proyecto había surgido hacía más de nueve años entre Trino y Lynn Fainchtein y era momento de no echarse para atrás: el Santos saltará de la tira cómica al cine en una película cuyo estreno se planea hacia fin de año.

Se trata de un proyecto muy meditado en el que han trabajado muchos guionistas a lo largo de estos años, afirma Trino en entrevista. A través de la compañía Peyote Films se ha dado voz y movimiento a este personaje entrañable que nació en una tira cómica en el periódico La Jornada. “Cuando lees al Santos o a la Tetona Mendoza te imaginas sus voces, son las que tienes en tu mente, por eso la dificultad más grande fue ponerle la voz adecuada. Es como Mafalda, que cuando la vimos en el cine dijimos: ‘¡Ah, cabrón, es argentina! Nunca te habías imaginado que hablara así, que tuviera acento. De alguna manera, el Santos tiene una manera de hablar para cada quien”.

¿Quién va a hacer su voz? 
Creo que dimos en el clavo con Daniel Giménez Cacho, quien hizo una voz extraordinaria del Santos. Cuando platicamos con él le dijimos: “Daniel, la voz del Santos eres tú en tu casa, en el baño, peleándote con tu mujer, jugando dominó con tus cuates los jueves”. A cualquier actor cuando le dan un papel tiene que posesionarse de la psique y demás. Le dijimos a Daniel: “Nada más lee los diálogos como si fueras tú en tu casa”. No tiene más que ser Daniel Jiménez Cacho y eso lo hace maravilloso.

¿Quién hace a la Tetona Mendoza?
Lo hace Regina Orozco y está perfecta. Con ella no tuvimos ningún problema porque lo hizo estupendamente bien, además que siempre habíamos pensado en ella. El Peyote Asesino lo hace José María Yazpik. También están Los Cerdos Gutiérrez, que son los tres Bichir: Bruno, Odiseo y Demián. ¡Ahora sí Demián va a ganar un Oscar por esta película!

¿Qué se retoma de la tira cómica?

El argumento es nuevo. Por supuesto hay referencias a la tira mica, pero decidimos sacar lo menos para que sea algo novedoso. Hay una esencia en algunas expresiones que vienen de la tira cómica, pero todo lo demás es nuevo.

¿Se va a conservar el tono burlón?
Sobre todo es un tono guarro, un tono pachecón y apelamos a que la película sea categoría B-12, que la puedan ver adolescentes y adultos. El Santos está ya muy fresa en comparación con todo lo que se dice en Tele Hit o lo que dice Platanito o las películas gringas. Estamos muy fresas, pero de todos modos conservamos una onda del Santos que no pierde, que es una guarrez total en la película.

¿También tiene un tono crítico? 
Sí, es crítico, y además es costumbrista: nos habla de todo lo que nos sucede en la vida cotidiana y tiene algunas pinceladas políticas, pero no es una película política. El universo del Santos está totalmente sacado de la tira cómica, que es totalmente libre y lleno de anécdotas.

¿Cuál ha sido el gran logro de la tira cómica?
Básicamente, a fines de los ochenta y principios de los noventa abrió muchísimo la mentalidad de un periódico, porque algo así no se publicaría en Estados Unidos o en Europa. Los gringos tienen una onda muy cerrada, a pesar de que parecen muy open: en el New York Times o en el USA Today no publicarían al Santos, estaría en revistas underground. Cuando se publicaba el Santos en la sección dominical Histerietas de La Jornada los papás se quejaban con el director del periódico, decían que eso no se debía publicar ahí. El director aguantó vara, siguió publicándola en un tiempo en que no había tanta libertad de expresión. Un superhéroe chafa sin máscara

 

¿Quién el es el Santos?
Sus creadores, explica Trino, pensaron en un “luchador, podía ser cualquier personaje enmascarado, pero el Santos tiene la peculiaridad de que no usa máscara, sino que así es su cara, así la tiene. Es un luchador social, casi no frecuenta el ring —es más en la película no sale ninguna escena en el ring—. El Santos es una especie de James Bond, una especie de Batman, un superhéroe chafa”.No tiene que ver con el Santo, el luchador más conocido de México, advierte el caricaturista. “El Santos no es el Enmascarado de Plata, el Santos es un cuate que se llama Santos, ese es su nombre y no tiene máscara”.

¿Ficción?
Bueno… “He conocido a dos tres personas que me han mandado fotos de cuates de Monterrey o de Tijuana y me dicen: ‘Mira, a éste le decimos el Santos’. Y son gordos con unas caras que haz de cuenta son el Santos: no tienen máscara pero tienen cara de máscara”, finaliza Trino.