junio 30, 2010

AMERICA SUPPORTS YOU - NEW AVENGERS

Hablemos de un comic que pocos conocemos y pocos menos hemos tenido la oportunidad de leer: NEW AVENGERS - AMERICA SUPPORTS YOU...
Parece una revista más entre todas las que Marvel publica mes tras mes. Tiene la misma forma y el mismo estilo de aventuras y portada. La misma cantidad de páginas dedicadas a la historieta. Y la misma cantidad de páginas dedicadas a las publicidades. El Capitán América se yergue orgulloso en la portada, lo cual no es nada raro teniendo en cuenta que se trata de una revista de los Nuevos Vengadores, el grupo de superhéroes del cual forma parte. Pero hay algo distinto. Algo que el ojo entrenado capta rápidamente porque no suele estar allí. Justo abajo del logo de Marvel, una especie de corazón encintado juguetea con la iconografía de la bandera de las barras y las estrellas.

AMERICA SUPPORTS YOU, dice. Todo en mayúsculas, pero el YOU está en un cuerpo mayor, resaltado porque, esta vez, el destinatario no es alguien cualquiera. No es un común de los mortales. Es uno de los tantos miles de soldados norteamericanos acantonados en Afganistán. De ahí que el ángulo inferior izquierdo deje bien en claro que Marvel saluda a los héroes verdaderos: Los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas de los EE.UU. Un poco más oculto, en el extremo opuesto, la frase que más llama la atención. Prohibida su reventa. Claro, se trata de una revista de distribución gratuita y circulación limitada al personal militar que está lejos de casa. No se consigue en librerías especializadas de ninguna parte del mundo. No debería ser vista por otros ojos que no sean militares. No se vende y está prohibida su reventa. De hecho, extraoficialmente, se dice que aquel efectivo del Ejército que la haga circular fuera del ámbito militar estaría cometiendo un delito. Y podría ser enjuiciado.

Pero, ¿qué tiene esta historieta para generar semejante paranoia? ¿Algún secreto de Estado? Nada más lejos. De hecho, hasta es una historieta de mediocre para abajo, en todos los aspectos. No dice nada nuevo, no dice nada distinto de lo que vienen diciendo los cómics de superhéroes norteamericanos desde su nacimiento. ¿Y entonces? ¿Será que lo dice con una grosería rayana en la impunidad?

Por ahí va la cosa. Dejemos de lado el hecho creativo, si es que lo hay. Ese debate no importa. Hoy, al menos, no importa. Sí importa el hecho ideológico. Porque esta revista es, ante todo y sustancialmente, un hecho ideológico. Y Marvel no es la única responsable. Sus socios son America Supports You y AAFES (Army & Air Force Exchange Service o, dicho en castellano, el Servicio de Ventas del Ejército y la Fuerza Aérea estadounidenses). Dos socios que, queda más que claro, están muy interesados en que el mensaje sea cabalmente comprendido por todos los soldados.

America Supports You es una iniciativa del Departamento de Defensa del Gobierno de los EE.UU. Depende de su Oficina de Relaciones con la Comunidad. Y su misión es transmitirle a los miembros de las Fuerzas Armadas (y su grupo familiar primario) el apoyo de la ciudadanía. Lo hace de varias formas; y una de ellas es a través de los cómics. La AAFES, para explicarlo rápida y sucintamente, es una especie de proveeduría general de servicios y mercaderías exclusivas para los militares, porque el hecho de que se encuentren en Afganistán no implica que hayan dejado de ser consumidores capitalistas. Con lo recaudado por estas ventas, AAFES genera fondos de financiación adicionales a los aprobados en el Presupuesto por el Congreso. Fondos adicionales destinados al programa Moral, Bienestar y Recreación. Y este New Avengers: The Promise es el octavo ejemplar especial que producen Marvel, America Supports You y AAFES en conjunto. El primero apareció en abril de 2005 y fue presentado, con la pompa mediática obligatoria, nada más y nada menos que por Donald Rumsfeld, en ese entonces secretario de Defensa de la administración George W. Bush, el Hombre-Araña y el Capitán América.

Desde su gestación, estas revistas especiales vienen justificando la invasión a Afganistán, asumiendo que las tropas norteamericanas son las únicas garantes de la democracia y la libertad de los pueblos del mundo. Discurso rancio y conocido, pero no por ello menos sostenido por el militarismo perpetuo de los halcones de Bush. En cada uno de los números, los Vengadores, los Hombres X, los 4 Fantásticos, Hulk y el Hombre Araña, juntos o por separado, prestan sus servicios a los militares para superar la amenaza que representa la unión de algún supervillano del Universo Marvel con los terroristas islámicos que amenazan al mundo.

Pero eso pasaba con la administración Bush. Ahora, con Obama (un presidente progre, Premio Nobel de la Paz y, además, negro), las cosas cambiaron. Ya no hace falta que tantos superhéroes se apersonen en Afganistán para levantar la moral de los soldados, con el Capitán América alcanza y sobra. Porque ya no se va a pelear, se va a hablar. Estamos en las vísperas de Navidad; y el Capi llega al campamento con una remesa de equipamiento militar (no le digamos armamento, por las dudas) y artículos personales. Y entre chistes y comentarios varios, mientras van descargando las cajas, el Capi les cuenta una de sus aventuras durante la Segunda Guerra mundial, en el sur de Francia, en agosto de 1944.

Y aquí es donde se articula el mecanismo más perverso del discurso. Porque lo que se busca es traspasar el alcance simbólico de la Segunda Guerra mundial a la invasión de Afganistán. O sea, la misión de ayer es la misión de hoy. Por si las moscas, a la Segunda Guerra la llamamos por su nombre, Segunda Guerra; y al conflicto bélico de Afaganistán lo bautizamos con el eufemismo Tiempo presente. Así estipulamos que en Francia se actúa y en Afganistán se reflexiona sobre lo actuado. Y de allí sacamos que la tradición norteamericana de dirimir, siempre, a favor de la paz, es el argumento escogido para justificar la ocupación territorial. Queda a la vista de todos, entonces, que los soldados norteamericanos están allí para proteger a los civiles, mantener a salvo a los refugiados y, si se puede, cooptar la participación de los nativos, armándolos si el caso lo amerita. En el camino, ya que estamos, deshumanizamos un poco al enemigo, lo convertimos en Automatones robóticos gigantes, cosa que podamos matarlos sin ningún tipo de remordimiento.
Y después, a jugar un partido de baseball y a dormir en paz, con la consciencia tranquila, orgullosos por haber cumplido con nuestro deber.
Fernando Ariel García

AAFES Nº 8. New Avengers: The Promise
Guión:
Paul Tobin
Dibujos: Craig Rousseau y Richard Elson
Color: Sotocolor
Editor: Nathan Cosby
32 páginas a todo color
Marvel Comics

3 comentarios:

El GATO CON BOTAS dijo...

A mi todo ese desmadre me suena a que estos comics valen madre

ADRIAN dijo...

tambien vale madres el pendejo que los lee, VERDAD BOSS?

(((Xildad))) dijo...

Y no existirá en bukanero? jaja...

Pues ya sabemos que cuando se trata de ser tendensiosos y malhoras patrioticos los gabachos se pintan solos, ellos son los heroes de la humanidad, bajo su propio concepto de "heroe" y siempre salvaran al mundo de la "amenaza terrorista" ...

Claro hay que ser soldado USA demasiado "casado" con su país para creerse estas historias...