febrero 21, 2008

MUERTE EN LOS COMICS (R.I.P.: RECICLAR, IMPRIMIR, PUBLICAR) Parte I

Autor: Lolex (Argentina)
Edición: Boss


De existir un diccionario comiquero, no caben dudas de que ésta sería el significado para las siglas RIP (su real significado es “Rest In Peace” -Descanse en Paz traducido al español). En el mundo de los comics son muy pocas las muertes definitivas. A veces los personajes suelen sufrir algún tipo de desmayo, otras veces se adentran en un sueño místico o desaparecen de la galaxia en busca de redención. En ocasiones hasta son congelados (…tanto por sus “archienemigos” como por sus “archieditores”).

Superman, Robin, Linterna Verde, Flash, Capitán América, Bucky, Capitán Mar-Vell, Elektra, Jean Grey; la lista de personajes fallecidos -contando tanto aquellos que retornaron como los que no- parece interminable.

“Es lógico, y hasta diría que justo, lo que suele ocurrir en determinadas ocasiones con determinados personajes. La idea de darle fin a un protagonista quizás es más interesante que la de mantenerlo así durante mucho tiempo”
Joe Quesada

“En el mundo del cómic la muerte tiende a ser algo cíclico cuando se trata de personajes principales y algo fijo cuando se trata de personajes eventuales. Todo comienza de un modo, finaliza de otro, y vuelve a empezar desde cero. Quizás se deba al poder o luz propia que mantienen algunos personajes. De todos modos, siempre hay sorpresas”
Grant Morrison

Tomando las palabras de los “titiriteros”, es hora de revisar la historia de sus “marionetas”…

Superman La muerte de Superman
Muerte: Superman Vol. II # 75 (enero 1993)
Regreso: The Adventures of Superman # 505 (octubre 1993)


Hubo un día en el cual lo imposible, lo improbable, lo impensado, sucedió. ¿Superman muerto? Sí, ocurrió en el año 1993, en el # 75 (vol.2) de la serie que llevaba su mismo nombre. Doomsday, una extraña criatura proveniente del mismo centro de la tierra (aunque su origen luego sería contado de varios modos diferentes), pondría contra las cuerdas al superhéroe por antonomasia obligándolo a sacrificar su vida en pos de una victoria.

Hasta aquí la historia “oficial”. En cambio, la historia “editorial” tiene otros argumentos: al parecer, en DC ya estaban hartos de ver cómo Clark Kent y su alter-ego se repetían número a número por lo que decidieron darle salida. La idea era, luego de matarlo, mantenerlo un tiempo considerable en “la congeladora” para luego comenzar desde cero (sus series pasarían a tener nuevas numeraciones, se pensó en buscarle un sucesor entre su circulo de archienemigos y hasta en efectuar una película actuada).

Claro que la demanda de la gente obligó a “acelerar el proceso” y transformar el deceso en unas “vacaciones”. Así, poco tiempo después, salieron a la calle los siguientes especiales que, de a poco, iban dejando pistas sobre una posible y esperada vuelta. Tras la muerte vino “El Funeral”, “El Legado”, “El Regreso”, “el Reino de los Supermen” y hasta las curiosas versiones “Azul y Roja”.

De este modo, para cuando Superman volvió, se pudo notar una clara bocanada de aire fresco en el personaje (también algunos manoseos). Si bien en la actualidad nuestro poder de asombro ya se encuentra reducido a cenizas, vale destacar que en los noventa ver a Superman muerto en brazos de Louise Lane provocó todo un impacto.

Linterna Verde
Muerte: The Final Night (1998)
Regreso: Green Lantern Rebirth (2004)



A decir verdad, en esta sección podríamos hacer un repaso de casi la totalidad de los Green Lanterns pues, francamente, la mayoría de ellos murieron al menos una vez sufriendo antes importantes tragedias (¡no pueden matar a la chica de Kyle Rayner y meterla dentro de una heladera!). De todos modos hemos optado por centrarnos en solo uno: Hal Jordan.

Se trata, nada más ni nada menos, que del segundo Linterna Verde. Este muchacho era un piloto de avión quien adquirió sus poderes al serle entregado un anillo junto a una batería (cortesía de un extraterrestre moribundo llamado Abin Sur). Claro que con un “gran poder, viene una gran responsabilidad” perdón, eso era de otro personaje; lo cierto es que a partir de ese obsequio Jordan aceptó un contrato tácito: defender la galaxia (en verdad un sector de ella) a cualquier precio. Precio que, en cierto punto, se volvería desmedido: Jordan sufriría la destrucción de su ciudad y con ella la de sus afectos quedando al borde de la locura.

Luego de causar todo tipo de daños en la búsqueda de reconstruir su hogar, Jordan encontraría la muerte: la saga “La Noche Final” relata su último sacrificio y un intento desesperado por enmendar errores pasados.
Claro que en la firma DC no aguantarían demasiado en traerlo nuevamente al Multiverso (término que bien podría utilizarse por separado -Multi Verso- para explicar muchas situaciones).
Así, en la miniserie “Green Lantern Rebirth” se relataría la vuelta de Hal Jordan con lo cual, una vez más, la historia nos demuestra lo transitorio de la palabra muerte en los cómics.

Robin
Muerte: Batman N° 427 -A death in the family- (1988)
Regreso: Batman N° 638 -Hush- (2005)


Pareciera ser que en el mundo del cómic “segundas partes no son buenas” ni para las historias en sí ni para los personajes. Ya relatada la trágica vida de Hal Jordan -segundo Linterna Verde- llega el turno de contar la de Jason Todd: el segundo Robin que acompañó a Batman.

Considerado como un rebelde, este personaje se inició al lado del Murciélago tras la independencia de Dick Grayson (anterior Robin que decidió patrullar las calles en solitario bajo el nombre de Nightwing).
Lo curioso de su muerte no fueron las causas sino, más bien, los métodos: Jason Tood murió al estilo “Reality Show”. La historia cuenta que el pobre nunca pudo superar las siempre odiosas comparaciones con Dick Grayson, jamás logró meterse en el público y por lo tanto la DC decidió implementar un interesante sistema: votar telefónicamente para decidir su futuro.

Fue así que, en lucha frente al Guasón, en la saga que finalmente se llamaría “Una muerte en la familia”, Robin terminaría por sucumbir (bomba en el pecho, de por medio) no solo a manos del villano de la sonrisa demente sino también por obra y gracia del público y su sufragio.

Jason Tood permaneció en la tumba durante mucho tiempo (17 años) y a nadie se le cruzaba por la mente la idea de volver a la vida un personaje que jamás había enamorado a la gente.

Parece que para mediados del año 2005 en DC sobraban un par de palas pues, más allá de cualquier sensación, decidieron desenterrar a Jason Todd y colocarlo en la saga denominada “Hush” concediéndole así un último deseo: Venganza (del Guasón por haberlo ejecutado y de Batman por no haberlo vengado).

Desgraciadamente -y a pesar de que su personaje promete seguir apareciendo en las colecciones DC- al pobre de Jason Todd no le quedó tiempo para una tercera vendetta y debió volver a la Tumba sin haberse tomado revancha de aquellos que en verdad lo asesinaron: el público que, años atrás, había optado por marcar el número 0-800-Bomba-en-el-Pecho.

…. Continuará....

2 comentarios:

Caballero Oscuro dijo...

Muy buen articulo, fueron tres de DC.....que vendra???

Wolverlalin-X dijo...

Muy chida la reseña.
Por lo menos Robín tuvo la desencia de estar más tiempo muerto.